Hubo un tiempo de diversión y hedonismo, luces estroboscópicas, grandes solapas, alguna lentejuela y el brillo cegador de la vieja bola de espejos. Ésta es mi única patria. Mi única bandera. Mi iglesia es la discoteca.
Shalamar no fueron los más grandes, pero sí que dejaron un modesto rastro en la pista de baile.
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Chiquillo,contigo tiene que ser un gusto ir a bailar.
ResponderEliminarMe recuerdan a los Earth,Wind and Fire pero en versión mini.
Ojalá existieran noches de disco como las que tú dices y yo añoro...
Con tu permiso ahora me pego un baile a tu salud.
Me temo que no soy un buen bailarín. Mi pasión por la cultura disco proviene de mi juventud, en la que fui DJ por un tiempo.
ResponderEliminarLarga vida a la bola de espejos.
Last night a DJ save my life...
ResponderEliminarTake that to the bank
ResponderEliminarI can dig it, bro. Gracias, compañero 1977.
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