1 de marzo de 2005

Kyoto Jazz Massive - Spirit of The Sun (2002)

Kyoto Jazz Massive - Spirit of The Sun

ESTILO

Acid-Jazz-Funk energético y expansivo. Archivar bajo Modernos Métodos de Danza.

COMENTARIO

Los hermanos Yoshihiro y Shuya Okino deben de ser unos enfermizos coleccionistas de sonidos funk setenteros, si nos guiamos por este álbum. El dúo japonés cocina un notable trabajo que revisa, adecuadamente actualizado y modernizado, el sudor palpitante de las pistas de baile de la citada década. Latido disco-funk, largos desarrollos instrumentales y solos de raigambre jazz, pianos saltarines, órganos virados al sepia, esos contundentes slap-basses, junto con modernos colchones rítmicos, cortados, sincopados, así como apoyos electrónicos contemporáneos que no chirrían en el conjunto.

En Spirit Of The Sun se escuchan las quejas de las baterías, la pulsión de las cuatro cuerdas del bajo, y la contundencia disco-soul de las voces de Vanessa Freeman, Victor Davies y Maiya James. Disco de ritmos contagiosos, también tiene la (casi inevitable) gota brasileña en el tema Shine, excelentemente interpretado por Guida de Palma, aunque, el corte estrella es Eclipse, la canción perfecta para arrancar en una mañana perezosa.

Un disco para inyectar vitaminas jazz-funk a una pista de baile que comienza a animarse y a moverse al compás de la vieja escuela del ritmo.

LA FRASE

Move your booty, honey...

INFO

Kyoto Jazz Massive en Compost Records

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28 de febrero de 2005

Erykah Badu - Baduizm (1997)

Erykah Badu  -  Baduizm

ESTILO

Nu-Soul cromado y reluciente. Archivar bajo Nu-Soul Políticamente Correcto.

COMENTARIO

Lo que separa el disco de debut de Erykah Badu del resto de trabajos de filo o pseudodivas negras de tórrida e intachable voz es el respeto y el conocimiento de la tradición musical en la que inscribe su Baduizm y también un cierto sesgo al lado más "B" de la típica formulación R&B.

Badu recuerda en su fraseo a la gran Billie Holiday, aunque es más un parecido lejano que un deseo imitativo meramente mimético, ya que Erykah se mueve en los territorios bien conocidos del Nu-Soul contemporáneo: bases rítmicas orgánicas derivadas del hip-hop, intrumentaciones con los inevitables guiños al smooth jazz y milimétricamente ajustadas, arreglos en tiempos medios y medio-lentos que permiten el lucimiento de la artista, sin que que tenga que forzarse en demasía... Mainstream, en definitivas cuentas, y éste es el principal defecto de este disco: una buena voz, arropada con medios y vestimentas previsibles, que han demostrado su eficacia como la fórmula de éxito para la joven afroamericana de voz de seda.

Álbum que no sorprende, pero que tampoco decepciona, despide cierta electricidad sensual, que exige un limitado círculo de oyentes y de una cierta restricción lumínica para su adecuado disfrute.

LA FRASE

Un dejá-vu ni demasiado negro, ni demasiado blanco.

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