Cuestiones eminentemente mórbidas
nacionalidad del pene
Considero que un orificio que se precie y que quiera ser hijo de su tiempo no puede hacer distingos en función de la nacionalidad, raza, religión o sexo del pene que, complaciente, se aviene a introducirse a él. Aunque la Declaración Universal de los Derechos Humanos no hace mención expresa de este hecho, en el espíritu de la misma sí se contempla. Luego la insistencia en esta línea es harto desconsiderada y perniciosa. Si, a pesar de todo, se insiste en incurrir en este error histórico he de aclararle al anónimo comunicante que una de las más prácticas y singulares características del pene es que suele compartir nacionalidad con el individuo al que está adosado, usualmente de modo permanente. Así que con averiguar el origen del feliz propietario del órgano tiene la casi total certeza de conocer con propiedad la cuestión que se ha planteado.
hombres que me toquen las tetas
Partiendo de las premisas de que es usted una dama de sexo femenino y dotada con dos pechos estándar, me es muy difícil admitir que en su entorno más inmediato no haya caballeros y/o señoritas de inclinaciones sáficas que satisfagan su modesta y bienintencionada petición, y que se vea obligada a recurrir a esta pútrida ciénaga de vicios y perversiones que es la Internet contemporánea para dar debida cuenta de su anhelo. Amiga, desconfíe de desconocidos de manos inciertas, temblorosas y teñidas de culpa. Busque bien a su alrededor y seguro que hallará esas manos firmes y varoniles que se amolden con eficacia, presteza y ternura a su busto juncal. Si aún así sigue sin ver cumplido su sueño y dada mi inclinación natural a hacer el bien, me ofrezco personalmente, sin ningún tipo de compromiso por su parte, a tocarle lo que sea menester y tenga usted a bien, faltaría más. En la columna de la izquierda puede ver mi dirección de correo electrónico para concretar todos los detalles logísticos. Y, aunque suene presuntuoso, puedo asegurarle que su satisfacción está plenamente garantizada si entra en mi jurisdicción.
el tugurio de las chicas desnudas
Anónimo interlocutor, me ha dejado usted completamente desconcertado. Si lo que está usted buscando es algún producto cultural, audiovisual, auditivo, únicamente visual o mediopensionista el título anuncia dicha y diversión sin tasa. Si es un lugar perteneciente a la geografía real y no a la de ficción, aún me parece más prometedor. Por todo ello, el sentido habitual se invierte y soy yo el que le demanda con febril ansiedad que amplíe mis conocimientos sobre la materia, porque ser protagonista, activo o pasivo, de un enunciado así se ha convertido en una de mis prioridades básicas e inmediatas. Por supuesto.
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