El mundo rosa y pop, la circularidad eternamente adolescente, la falta de prejuicios. Japón visto y reinterpretado por una mujer del Trópico. Esto es globalización.
Sin artificios, sin trucos ni retoque digital. Gente corriente, vecinos, niños jugando, cotidianeidad, sentimientos. El difícil arte de la naturalidad.
Philip Glass es uno de los compositores contemporáneos más influyentes y respetados. Asociado generalmente al minimalismo, aunque él no acepta esta etiqueta, su esquematismo y austeridad se ha expresado en óperas, sinfonías, conciertos, música para ballet. Ha sido inteligente y ha traspasado las barreras de la (mal llamada) música culta, colaborando con artistas pop, y utilizando ocasionalmente en sus obras instrumentos de la (también mal llamada) música ligera.
Otro de sus terrenos de expresión son las bandas sonoras para películas. Y no sólo de films vanguardistas, sino también de algún título mainstream. En 1985 firma la banda sonora de la fascinante Mishima, una estilizada aproximación a la vida y obra del escritor maldito Yukio Mishima, dirigida por Paul Schrader, otro espíritu atormentado. De este trabajo proviene el tema que les propongo hoy.
El cineasta Jean-Pierre Jeunet y el dibujante, diseñador y autor de cómics Marc Caro fueron colaboradores durante muchos años. De sus fértiles y oscuros ingenios nacieron algunas de las imágenes más poderosas del cine europeo de las últimas décadas. Esa mezcla de retro-futuro cochambroso, húmedo y tétrico con gotas de steampunk, con la fantasia y la mirada inocentes de un niño funcionó muy bien durante años.
Desgraciadamente, a medida que el éxito fue aumentando, Jeunet recurrió menos al talento de Caro y la calidad de los productos finales se resintió gravemente. La sobrevalorada Amélie es un ejemplo. Los destellos geniales de la gran imaginación visual de Jeunet no son capaces de sostener todo el entramado. Y Largo domingo de noviazgo es un aparatoso y rutilante globo vacío. Por fortuna siempre nos quedarán el humor negro y corrosivo y los caracoles de Delicatessen y la deliciosa fábula de monstruos tiernos y científicos locos de La ciudad de los niños perdidos.
Antes de su irrupción con la historia post-apocalíptica de Delicatessen, ya habían realizado algunos corto y mediometrajes. Aquí les dejo dos de ellos. El primero, una historia militar en un inhóspito y solitario mundo futuro, y en el segundo, aunque firmado sólo por Jeunet, se nota la influencia transgresora de Caro actuando en segundo plano. De propina, uno de los videoclips firmados por el dúo.
Aunque ha hecho alguna incursión en el terreno de la moda, Politis es un fotógrafo publicitario y un retratista de famosos, especialmente del mundo de la música. Cuando trabaja en publicidad le gusta abrir el plano y contextualizar el sujeto principal de la imagen. Sus retratos con políticamente correctos, con un leve punto de excentricidad, bastante controlada.
Kepa Junquera podría haberse limitado a ser una gloria local de los valores tradicionales de la música vasca, pero decidió pronto que su trikitixa debía hablar más lenguas. Junquera ha investigado en los sonidos de todo el mundo, ha trabajado con músicos de muy diversa procedencia, ha innovado en la utilización de los instrumentos autóctonos. Ha demostrado que el mestizaje es enriquecedor y que es inevitable en una creación viva. Ha demostrado que se puede pensar local y globalmente.
En 2001 edita el espléndido Maren, un largo y vitalista viaje por mil paisajes y rincones. De este disco no puedo evitar escuchar una y otra vez el tema que les propongo, puro optimismo cosmopolita.
Vean estas galerías de retratos tomados con una polaroid del usuario de flickr defekto.
La fotógrafa Robyn Swank coquetea con la necrofilia, el sexo, y el gótico putrefacto. Una advertencia, hay imágenes no muy aptas para estómagos delicados.
El steampunk es un sub-género de la novela de ficción, derivado del cyberpunk, formalmente adscrito a la novela negra tipo pulp y ambientado en la época victoriana del carbón y del vapor, con increíbles ingenios mecánicos dotados de inteligencia en un mundo envuelto en la niebla.