Hoy: Estilos, cabezazos y patadas
Este Mundial también pasó. Ahora nos queda Johannesburgo y una extraña sensación. La de que, a fin de cuentas, en la fantasmagórica danza final, todo se ha reducido a tres cabezazos y dos patadas. La primera patada fue la que Zidane propinó al balón en el magistral lanzamiento de su penalti a lo Panenka. Dio en el larguero y entró. La segunda patada fue la que Trezeguet propinó al balón en el fatídico lanzamiento de su penalti a lo Zidane. Dio en el larguero y no entró. El primer cabezazo fue el que Materazzi propinó al balón a lo Materazzi y Barthez, a lo Barthez, se tragó. El segundo cabezazo fue el que Zidane, a lo Zidane, propinó al balón y Buffon desvió a lo Buffon. El tercer cabezazo fue el que Zidane propinó a Materazzi a lo Materazzi en pleno plexo solar y que hizo que el tal Materazzi se desplomara, a lo dama de las camelias, doblado en dos. Esta concatenación de estilos, cabezazos y patadas culminaron un Campeonato del Mundo en el que Francia fue el mejor equipo con creces, pero Italia se llevó el gato al agua. Lástima que el gato no le comiera la bífida lengua a Materazzi aunque el veneno lo matara.
( La bífida lengua de Materazzi, El País, 11 de Julio de 2006. Por Martin Girard, seudónimo de Gonzalo Suárez )
No hay comentarios:
Publicar un comentario