Las insólitas aventuras del pez: Scott Walker

15 de enero de 2006

Scott Walker

El retrato del artista atormentado. Una voz profunda, masculina, que modulaba dramáticamente para contar oscuras historias de outsiders. Scott Walker es uno de esos ejemplos de músico brillante, maldito, extremadamente personal. Demasiado personal para los estándares comerciales del mainstream musical.

Empezó su carrera en los Walker Brothers un trío de norteamericanos que tuvieron gran éxito en Gran Bretaña en los primeros años 60 como baladistas pop para adolescentes. Unos competidores de los Righteous Brothers. Scott era la voz solista y era adorado, con esa imagen de rubio guapo, frágil y desvalido y esa voz de crooner joven. Pero Scott era un chico difícil.

En 1967, tras una crisis nerviosa (o mental) y una reclusión, rompe con sus compañeros e inicia una exitosa carrera en solitario, editando tres discos. A pesar de que Scott ha evolucionado hacia un pop adulto, con referencias cultistas o de cabaret europeo, con rasgos de crooner clásico y versiones de temas de Jacques Brel estos tres trabajos tienen éxito. El cuarto, sin embargo, es un fracaso comercial. En la primera mitad de los 70 lanza otros cuatro discos más (los tres últimos en una línea country & western) que tampoco tienen mayor repercusión.

Scott Walker

Desde entonces hasta hoy, Scott Walker ha aparecido y desaparecido de forma brusca y esporádica. En la segunda mitad de los 70 se reune con sus antiguos compañeros, y los Walker Brothers editan tres discos que tienen cierto impacto comercial, pero sin recuperar los niveles de éxito de antaño. Amén de estos intentos, Scott lanza en 1984 el irregular y poco adecuado para la época Climate of Hunter. Compone e interpreta algunos temas para bandas sonoras, e incluso la (recomendable) banda sonora del film Pola X (1999). Cuatro años antes había editado el oscuro, denso, experimental y fascinante Tilt, un viaje por las tenebrosas y complejas obsesiones personales de este artista singular.

Actualmente, Scott Walker es aplaudido como un artista capital de la música británica, ha recibido homenajes y el reconocimiento de músicos más jóvenes, y se han lanzado lujosos recopilatorios. En definitivas cuentas, la vieja historia de siempre: sea usted un artista difícil y torturado, sea olvidado y casi repudiado y si sobrevive a todo esto, en su madurez, recibirá el homenaje del tout monde como un cimiento capital de la Música, espejo de generaciones posteriores y bla, bla, bla...

Olvidemos la palabrería vacía y hueca. Aquí les dejo con la voz y la sensibilidad de Scott Walker. Lean sus letras. Paladeen sus melodías. La posición del francotirador solitario.