20 de mayo de 2006

adicolor

adicolor

La viralidad perversa. He dejado que pasen unos días para ver con tranqulidad y sosiego los vídeos de la campaña adicolor. Como suele ser habitual en estos casos, es mucho más el ruido generado que las nueces a las que hincar el diente. Por orden, y sin amontonarse.

  • white. De Tronic. Una buena idea, lastimosa y tristemente desaprovechada. Frío, confuso y desangelado. Pecado mortal si uno cuenta con una amazona del calibre de la señorita Jameson.
  • green. De Richard Farmer y Guy Shelmerdine (Happy). Si este vídeo representa la felicidad de celebrar el fin del invierno nuclear, casi prefiero vivirlo. Una nadería que, afortunadamente, no parece demasiado cara. Y si lo fue, algunas cabezas deberían rodar por ello.
  • pink. De Charlie White. Ingenioso, elegante, bien acabado. Transmite belleza y emoción, que no es poco. Pasa la prueba con nota.
  • blue. De Psyop. Una medianía igual a cualquier cortinilla de continuidad de la MTV de las que vemos al cabo del día. La olvidas a los diez segundos de verla.
  • red. De Roman Coppola y Andy Bruntel. ¿Hacían falta dos directores para hacer esta bobada? ¿O es que a alguien le entró el pánico y se negó a firmar él solo este desatino? Si ésta es la vanguardia visual supercool, apañados estamos.
  • yellow. De Neill Blomkamp. Muy caro, espectacular y aparatoso. Pero nada más. La historia del hombre amplificado y cyborg ya empieza a oler.
  • black. De Saiman Chow. Brillante, desconcertante, angustioso, inesperado, diferente... El mejor de todos de largo. El talento no tiene sustitutos ni sucedáneos, ni se puede simular con falsas apariencias de modernidad, ni con presupuestos disparatados.

Así lo veo yo. De todos modos, no se preocupen. Tan sólo son anuncios. Porque eran anuncios, ¿no?

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