En bandeja de plata
Monja: ¿No le dice nada el corazón? Me da el pálpito de que dentro de poco tiempo andará.
Willie Gingrich: Oiga, hermana, le pedí que rezara por él, pero no queremos milagros.
Willie Gingrich:¿Qué estás viendo?
Harry Hinkle: Una película sobre Abraham Lincoln.
Willie Gingrich: ¿Lincoln? Gran presidente y mal abogado.
En bandeja de plata ( The Fortune Cookie ) ( 1966, UA/Mirisch, Billy Wilder )
No es muy aconsejable tener un cuñado tan trapacero e insidioso como Walter Matthau, magistral en su papel de la serpiente más rastrera del oficio legal. Matthau es capaz de sacar de la cárcel a un dentista, acusado de dopar caballos de carreras, para que inyecte novocaína a su cuñado y cliente (Jack Lemmon), y así seguir simulando una lesión de espalda inexistente. Acertada y cáustica crítica a los intereses creados que soportan a algunas instituciones americanas. Generalmente es considerado un título menor de Wilder, pero se olvida que sus diálogos son ácido corrosivo puro, capaz de atravesar la coraza de algunos pilares de la sociedad occidental (la ley, la medicina, el deporte profesional, el matrimonio, la familia). La química Matthau-Lemmon, en su primera película juntos, es magnífica. Y ese memorable médico germánico (el doctor Krugman) que envía la compañía de seguros para comprobar la veracidad de los hechos es un rol secundario de lujo.
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