23 de enero de 2007

Voyage to the Planet of Prehistoric Women

Voyage to the Planet of Prehistoric Women

Roger Corman no era un tipo que desperdiciara un sólo metro de película. El ejemplo más extremo de ello ocurrió cuando compró el material filmado de una oscura cinta soviética de ciencia-ficción de 1962 titulada Planet Bur (Planeta de tormentas). Incorpora parte de este film a Queen of Blood, a Voyage to the Prehistoric Planet y no contento con esto, estira un poco más el género y produce con él un tercer título, Voyage to the Planet of Prehistoric Women.

Mamie Van Doren en Voyage to the Planet of Prehistoric Women

Puesto que un tercer uso de las mismas imágenes iba a llamar un poco la atención, Corman decide agregar escenas nuevas rodadas a tal efecto, y para ello confía en un joven cinéfilo y ex-crítico, Peter Bogdanovich, y en el siempre eficaz reclamo de chicas de robusta constitución.

Voyage to the Planet of Prehistoric Women

El pastiche queda como sigue. Un grupo de astronaturas (los rusos del film soviético original, que son doblados) se estrella en el planeta Venus. Acompañados por su robot, exploran su superficie y pasan grandes aventuras y calamidades. También visitan sus fondos marinos. Debido a una torpeza y un malentendido, matan al dios de Venus (que es un cruce de lancha zodiac desinflada y un pajarraco antediluviano), lo que enfada sobremanera a las nativas que habitan el planeta, un grupo de jamonas con pelucones rubios, ceñidos pantalones y conchas marinas para contener sus turgentes pechos, cuya jefa es nada más y nada menos que Mamie Van Doren.

Los atribulados astronautas de Voyage to the Planet of Prehistoric Women

No voy a contar más de la trama, por si algún intrépido decide verla. Pero no desvelo nada si añado que, obviamente, las dos partes filmadas no tienen ninguna relación entre sí. Incluso el tipo de película utilizada en ambas es muy distinto, por lo que hay unos bruscos cambios de tonalidades. Y un delicioso detalle final. Las venusinas jamonas, que no dejan de pasearse por los acantilados y las aguas vecinas, no hablan, se comunican telepáticamente. Corman ahorraba en todo. La telepatía permite suprimir al técnico de sonido en un rodaje.

El film es de dominio público y puede ser descargado en esta página de archive.org. Y les dejo el film íntegro en el reproductor flash por si quieren echar un vistazo.

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