17 de junio de 2005

Manifestación

Dícese de una convocatoria pública promovida por una asociación o agrupación humanas para reunir en un mismo sitio al mayor número de seres pensantes (aunque se verifica el efecto perverso de que la capacidad de raciocinio de esos individuos se va reduciendo a medida que aumenta el número de congéneres reunidos) posible. Este tipo de concentraciones organizadas se promueven por muy diversos motivos: para oponerse o apoyar alguna decisión o postura de un gobierno, para conmemorar una fecha de especial relevancia, para celebrar alegremente, para condenar una fechoría, para condolerse pública y colectivamente de una tragedia ocurrida en el colectivo de referencia, etc.

En el Reino de España, se han venido observando algunas peculiaridades que conviene detallar, por su importancia entomológica. A saber:

  • El número real de asistentes a una manifestación es sistemáticamente multiplicado por un factor de 2 o 3 por los que la convocaron. Por otra parte, si este acto se planteó como protesta a un gobierno, los portavoces oficiales de éste reducirán a la mitad, como mínimo, el número de asistentes. Si, por el contrario, la concentración place al Poder establecido, éste no tendrá ningún inconveniente en compartir las cifras manipuladas al alza por sus cabezas visibles.

  • Se pueden realizar por las más variadas y extrañas circunstancias y motivaciones. Se han dado casos incluso de manifestaciones en apoyo de clubes deportivos profesionales de fútbol, supuestamente perjudicados por maniobras torticeras de un enemigo secular.

  • Es común que los asistentes vociferen cánticos, coplillas y rimas de dudoso gusto y nulo valor literario o lírico, con una especial incidencia en las terminaciones en "ón", aunque, últimamente, el repertorio se ha renovado un tanto en lo formal, sin por ello ganar un ápice en calidad.

  • Si los que promueven la concentración se alinean sociopolíticamente en el centro-izquierda o la izquierda, suelen ser tildados de rojos, ateos, separatistas y pancarteros (un neologismo de reciente aparición). Si son asociaciones o colectivos adscritos a la derecha o la extrema derecha los que apoyan el acto, son calificados como gloriosos salvadores de las esencias patrias, heroicos defensores de todo lo noble que atesora el Reino de España, adalides de la Libertad, o valientes soldados en defensa de la Sagrada Unidad Nacional (concepto pendiente de inclusión en la Wikipedia).

  • Aunque se ha alegado en numerosas ocasiones, por parte de los detractores de estas concentaciones populares, que el éxito relativo de las mismas viene dado por la incentivación de los asistentes mediante el pago de los medios de transporte (generalmente autobuses) y de ciertas viandas (bocadillos de mortadela, o chopped en su defecto) por parte de los convocantes, que así, supuestamente, comprarían la voluntad popular, esta acusación no se ha podido verificar empirícamente en condiciones de laboratorio, así como no se ha demostrado documentalmente en un número suficiente de casos.

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