Aquarela do Brasil
Resulta paradójico que una de las canciones que representan a Brasil en el imaginario colectivo se compusiera una noche muy lluviosa de 1939. Aquarela do Brasil, generalmente conocida como Brasil, o Brazil para los anglosajones, nació del talento de Ary Barroso, un compositor de gran éxito, que había suministrado a Carmen Miranda una cadena de temas memorables. Pues bien, esa noche, cuando Barroso se sentó a su piano y empezó a desgranar las notas de un alegre viaje por el Brasil playero y luminoso, hizo nacer un nuevo género, la samba exaltação. Y una de las melodías más conocidas y celebradas.
De los setecientos millones de versiones que existen de la canción, he escogido un (selecto) ramillete de ejemplos, que expongo a su consideración.
Tom Jobim nos regala una versión que se mueve entre la bossa-lounge y el jazz, con unas gotas de groove bailable. [canción]
El japonés Cornelius nos muestra su ejercicio de tecno-pop marciano, burbujeante e insólito. [canción]
El gitano del ritmo de seda juega al cabaret-jazz para disfrutar en la corta distancia. [canción]
Kate Bush nos acuna con una nana confortadora en medio de la distopía de Terry Gilliam. [canción]
Pink Martini nos llevan a una sala de jazz de Leblon para disfrutar de una cálida noche de música y cocktails. [canción]
La versión de Ritchie Family es Río viaja a Filadelfia a bailar disco-music. [canción]
El percusionista mexicano Tino Contreras nos brinda una energética y contagiosa descarga de jazz afrocubano. [canción]
The Ventures cabalgan sus guitarras planeantes en una divertida mixtura de pop tropical. [canción]
Bola Extra Multicolor
En 1942 Disney estrena su sexto largometraje, Saludos Amigos, la (típica) mirada tópica del gringo a las culturas latinoamericanas. Esto no invalida el hecho de que el film tenga grandes momentos, como este largo número inspirado y apoyado en el tema del que vengo hablando en esta entrada.
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