Consejos para sobrevivir al nacimiento de la Infanta Leonor
Independientemente de su adscripción monárquica o republicana, lo que es irrefutable es que la que se nos viene encima debido al nacimiento de la infanta en cuestión es torrencial, densa, y duradera. Por ello, me atrevo a sugerirles unos, espero, útiles e higiénicos consejos para escapar, momentánea o duraderamente, de la tormenta mediático-social que se vislumbra en el horizonte. Puede que no gane muchos amigos siguiéndolos, pero su salud lo agradecerá, sin duda.
- El mejor método para librarse de la murga natalicia es salir del país durante una buena temporada. No es necesario irse muy lejos ya que, afortunadamente, estamos rodeados de repúblicas. Ahora bien, pueden aprovechar y matar varios pájaros de un tiro, haciendo un viaje a un destino más o menos exótico en busca de un poco de diversión carnal, buceo submarino, operación de cirugía estética, playa tostadora, o lo que les plazca.
- Vaya al trabajo provisto de un reproductor musical portátil con sus correspondientes auriculares y no se los quite bajo ningún concepto. Excúsese alegando que sigue un revolucionario método de aprendizaje por inmersión auditiva del alemán, el japonés, o el mandarín, y no puede romper su karma educativo. Si el reproductor, además, es un iPod, molará mazo que te cagas, tío/a.
- Acuda raudo a su proveedor habitual de DVD's y compre varias docenas de films y documentales surtidos, ya que de la televisión despídase por una buena temporada. Todo lo más, y si siente esa angustiosa pulsión motivada por el síndrome de abstinencia, podrá verla a altas horas de la madrugada, cuando se programe la Teletienda.
- Deje de leer la prensa gratuita durante los próximos meses. El 92 % de su contenido informativo girará en torno al feliz acontecimiento. Además, abandonar ese feo hábito robustecerá su salud cultural.
- Si sintoniza la radio, elija únicamente las emisoras 100 % musicales. Mejor si son esas que se limitan a programar las mismas 34 canciones apestosas de siempre. Incluso esa tortura es mejor que las tertulias radiofónicas en las que se vociferará a favor o en contra de una hipotética reforma constitucional motivada por el nacimiento de la infanta.
- Compre inmediatamente un bate de béisbol. Actualmente, están a su disposición modelos realizados con ligeras aleaciones metálicas, pero tan contundentes y efectivos como los tradicionales manufacturados en madera.
- Cuando acuda a cualquier reunión social y/o familiar no se olvide de llevar consigo el mencionado bate. En cuanto la conversación se centre en el nacimiento, ponga cara de psicótico homicida y golpee lenta y repetidamente la palma de su mano con el susodicho artefacto. Dudo que tenga que ir a muchos más eventos sociales después de aplicar esta sana medida disuasoria.
- No vaya a la peluquería. No es imprescindible. Deje crecer sus cabellos natural y prolongadamente, o córteselos usted mismo con el DVD de las nupcias Felipe-Letizia.
- En los establecimientos de distribución minorista y en las colas de las cajas de hipermercados y demás grandes superficies comerciales limítese a seguir el consejo número 2, aunque procure subir un 200 % el volumen del reproductor musical.
- Deje de leer la prensa del corazón durante los próximos 37 años.
- Si es usted usuario de IRC, incluya en su lista de ignore a todo aquel que utilice las siguientes cadenas de texto: leonor, infanta, princesa, letizia, felipe, heredera, federico jiménez losantos y bisbal. Ya sé que el campeón de las libertades y Bisbal no tienen mucho que ver, pero ya que se pone...
- No viaje a Asturias bajo ningún concepto. Y si vive allí, extreme el celo en la observancia de estos consejos.
Sé que el cumplimiento estricto de esta batería de medidas supone un gasto extra más que moderado, pero recapacite detenidamente. Su salud mental es lo primero y, además, la economía nacional -todos somos conscientes de ello- necesita ese empujón vigorizante de un multiplicado consumo privado. Sea usted solidario, pues.
Esto es un mero work in progress. Todas sus aportaciones y mejoras a este humilde texto son bienvenidas. Gracias por su atención y no olviden visitar nuestro bar.
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