Tópicos del deporte (I)
Como el fútbol es fútbol, y los partidos suelen empezar empatados a cero, cualquier cosa puede pasar, porque esto es fútbol. Si no fuera fútbol sería taxidermia, papiroflexia, o espeleología, pero es fútbol, luego todo se puede esperar...
Yo juego donde diga el mister, faltaría más. El futbolista añadiría que es muy polivalente si supiera articular palabras de más de 2 sílabas.
No hay enemigo pequeño y, ya se sabe, hay que luchar hasta el último minuto. El profesional del deporte no suele añadir lo de que hasta el rabo todo es toro, porque no le gusta mezclar los espectáculos y despistar, así, al aficionado.
El equipo es una piña. Nunca aclaran si por lo dulce de su pulpa o por lo áspero de su corteza. O quizás se refieran a las piñas de las coníferas, en cuyo caso es una metáfora que remarca que el colectivo es indestructible e inmune al entorno, excepto, quizás, a las ardillas.
Los futbolistas habilidosos caracolean.Independientemente de su habilidad, los jugadores acaban enviando el balón a la olla. Muy nutritivo.
Los ciclistas hacen la goma o chupan rueda. Al fin y al cabo, todo es caucho...
Los estadios, repletos de la afición enaltecida, se vienen abajo. Una imagen que siempre me ha inquietado, probablemente porque en los años 70 vi demasiadas películas de catástrofes.
Entró, entró, la bola entró. Si se pronuncia muchas veces con la emoción y el éxtasis del que parece que acaba de conseguir la fusión nuclear a temperatura ambiente creo que se puede levitar, incluso.
Serán pasados a cuchillo todos los que repitan lo de la serpiente multicolor, los esforzados de la ruta, o lo de que lo importante es participar. Se puede citar todavía lo del infierno de los Dolomitas, o las impresionantes rampas del Tourmalet. Lo del descenso a tumba abierta, entró hasta la cocina, o lo del portero fue un valladar inexpugnable no pueden admitirse, salvo que se utilicen en medios de comunicación de ámbito muy local, o en la prensa gratuita.
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